jueves, 28 de julio de 2011

Una práctica para auto-sanación emocional

Meditación del maestro Sogyal Rimpoché, autor de El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte

Adaptación de Lobsang Töndrup


1)      Genera la motivación para que se convierta en un ejercicio poderoso: Que esta meditación sirva para ayudarme a alcanzar la felicidad y evitar el sufrimiento, y así pueda yo ayudar a todos los demás seres que sufren.

2)      Recuerda que para asegurar el resultado de la meditación debes sentir que todo es una ilusión; que este propio momento, la propia meditación, tu vida, y la realidad, son parte de un sueño. Todo no es más que una ilusión, una proyección de la mente.

3)      Divídete en dos partes. Imaginariamente, claro.

4)      Visualiza a la altura de tu entrecejo, más o menos a un metro de distancia, la parte de ti que está herida, frustrada, que es infeliz.

           Visualiza y/o siente que todos tus resentimientos y miedos, tu lado lleno de angustia, viven en ese yo que está frente a ti.

       Ese que fuiste en algún momento de tu vida y a quien  maltrataron física o sicológicamente; ese ser despreciado por la familia, por algún amigo, por el jefe, por la sociedad donde vives.

5)      Y tú, que encarnas ahora tu Lado Compasivo y Amoroso, que estás sentado en este cojín o en la silla, o tumbado en la cama, puedes ver claramente, y sentir, todo el dolor y sufrimiento de tu otra parte.

Y sientes dentro de ti esa parte tuya que es generosa, amorosa, llena de buenos afectos, alegre, con deseos de vivir.

6)      Al inspirar (en cada inspiración) visualizas que tu Lado Compasivo y Amoroso abre sus brazos y corazón para recibir en un fuerte e intenso abrazo a tu Lado Que Sufre. En ese abrazo, el Lado Compasivo recibe con amor todo el  dolor, todas las enfermedades, negatividades, obscurecimientos de la mente, del Lado Que Sufre.

7)      Al expirar (en cada expiración), Tu Lado Compasivo y Amoroso envía al Lado que Sufre, mucho amor, perdón, consuelo, confianza, alegría.

Se consciente cada vez que inhalas y exhalas.

Mantén todo el tiempo que puedas las visualizaciones.

Recuerda que si no puedes visualizar bien –normal que suceda al principio, se mejora a medida que se practica--, pero si no puedes visualizar de manera nítida, es importante que sientas el ejercicio. Incluso, sentir puede ser en algunas personas más efectivo que visualizar.

        8) Al terminar puedes decir:

Mii lado, mi Yo Compasivo y Amoroso abraza y acepta a Mi lado, a mi Yo Que sufre. Mi lado que sufre recibe y agradece ese abrazo fuerte e intenso. Siento que me doy mucha alegría y bondad. Mucha paz. Toda la Compasión y el Amor que tengo en mi corazón es la sanación para mi lado que sufre.


9)      Dedica la meditación para que el resultado (la energía sutil creada, poderosa hasta dónde no podemos imaginar), no se pierda:

Para la felicidad de todos los seres, amigos y enemigos.  Para la paz en el mundo.

Puedes hacer tu dedicatoria personal después: "envío esta energía a fulano que está enfermo, por el bien de mengano, etc".

1 comentario:

  1. Muchas gracias, Paqui. He encontrado tu publicación justo en el momento en que la necesitaba y me ha ayudado mucho. Om Mani Pedme Hum.

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