Las Flores de Bach son un gran
remedio en cada momento de nuestras vidas. Para cada ocasión hay una determinada
flor que nos ayuda a reconectarnos con nuestro interior, devolviéndonos la armonía
y la ecuanimidad.
Justo en primavera es de mucha
utilidad el OLIVO. Cuando nos sentimos cansados, sin energías. También el Walnut es útil cuando nos cuesta adaptarnos a los
cambios estacionales, y el ESCLERANTUS, cuando reaparecen con la llegada de la primavera, síntomas como
alergias, picores, y cambios de humor. Por otra parte, el BEECH cuando padecemos de
alergias o intolerancia de algún tipo y así hasta un largo etc.
Aunque las flores son inocuas en
cuanto a tener efectos adversos, es conveniente dejarse aconsejar por un
profesional que las conozca en profundidad y evitar tomarlas solo como coadyuvante
a los síntomas, sino poder entrever la profundidad emocional que se esconde detrás
de una patología o síntoma.
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